Salgo volando
por la ventana,
y tantos días quedan atrás.
Ya no me duelen
todas las cosas
que ayer me podían molestar.
Son cajones que se cierran
para que nadie los vea.
Son palabras que no pude decir.
Pero ya no me importa,
porque nada me toca,
y no hay nada vivo dentro de mi.
Floto en el aire
desde esta tarde,
cuando mi cabeza explotó.
Ahora el piso es de nubes
y me asomo cada tanto
a espiarte desde donde estoy.
Y veo, y vuelo.
Y veo, y vuelo.
El barrio se ilumina
y la noche se hace día.
Brilla como un árbol de navidad.
Y estoy alto muy alto,
y las luces de los autos
que se frenan cada tanto,
y vuelven a arrancar.
Y veo, a la gente corriendo
como una coreografía sin fin.
Y vuelo como en una avioneta,
el olor a fugazeta que cocina mamá.
Y me acuerdo de aquél día
en que decías:
"Si pudieras ser
un pájar